No me cabe la nostalgia en las palabras,

ni la emoción en el alma al verte otra vez...

En fotos...amigo. ¡Al menos, algo, es más que nada!

Completando un todo de historias no contadas.

No llegamos a hablar de nuestros hijos

ni de cómo te fue... ni que soñabas!

No tuvimos tiempo para esas charlas

porque no sabía dónde andabas.

Me hubiese esforzado, quizá, si lo hubiese sabido

que no tendríamos tiempo para reír, recordar,

mirarte con ojos del ayer y recordarte vivo

así como cuando teníamos aquella edad.

 No tuvimos tiempo para el abrazo virtual,

ese abrazo que nos une a todos en distancias lejanas.

¡Perdóname, amigo! La vida es tan vana, tan agitada,

tan comprometida como mortaja que nos ata

y sin darnos cuenta nos convierte en nada.

 No tuvimos tiempo para compartir historias...

Otros fueron los afortunados de tenerte cerca.

Yo apenas te encontré hace poco y me cuesta

saberte lejos. Muy lejos donde no te alcanzo

para charlar contigo y reírnos un rato. 

No tuvimos tiempo, amigo, la vida es así.

Es encontrarte de nuevo cuando ya no estás aquí.

Solo me queda mirar tus fotos, saberte eterno

y llorar en silencio, porque no tuve tiempo

para estar contigo, ahora estás...solo en recuerdos.

No tuvimos tiempo. ¡Cuanto los siento!