La Lenin. Curso 72-78

Nuestra Escuela

La Lenin que conoció nuestra generación.

..."Como me habían dicho los pedagogos, los intereses de los muchachos de entre 12 y 15 años son distintos a los de los muchachos de 16, 17 y 18. en esa edad (secundaria) las muchachas andan en grupo y los varones también. Ya en el preuniversitario empiezan los intereses distintos, ya han seleccionado una serie de amigos, empiezan a aparecer los noviecitos y todo ese tipo de cosas.  Entonces partí la Secundaria Básica y el Preuniversitario."  

(Andrés Garrudo)

Una escuela en régimen de internado y con disciplina semi-militar, estaba destinada a la formación del denominado "Hombre Nuevo". Para garantizar la formación de ese hombre integral del futuro, se combinaba el estudio con el trabajo, la cultura y el deporte. Contándose para ello con el equipamiento requerido y una amplia gama de instalaciones.

La Lenin fue una de las mayores construcciones concebidas en el país. Poseía laboratorios de Física, Química, Biología e Idiomas; talleres de Educación Laboral y sala de Computación. Además contaba con biblioteca, hemeroteca, laboratorios, círculos de interés científico técnico, museo de ciencias, salones exposiciones científico-técnicas, centro de cálculo, dos anfiteatros, un teatro-cine, dos piscinas olímpicas, una piscina de clavados, un gimnasio, salas deportivas polivalentes donde  en ocasiones entrenaban equipos nacionales, canchas de basket. Tambien existian salones para desarrollar las diferentes manifestaciones culturales como danza, pintura, música y teatro. Todas estas instalaciones se enlazan mediante galerías, plazas y patios interiores de diversos tamaños. 

Sus estudiantes comenzaban con 11 ó 12 años, cursando su enseñanza secundaria y pre-universitaria, y concluían con 17, 18 ó 19 años.

Se trabajaba en labores agrícolas tanto en el huerto escolar, como en terrenos sembrados a varios kilómetros de la escuela a los que nos transportaban en autobuses. Además, la escuela contaba con una fábrica de baterías, una fábrica de radio y un local para el ensamblaje de computadoras. Los alumnos también producían implementos deportivos en la llamada industria deportiva de la escuela, muchos aprendieron a coser, en sus máquinas de coser eléctricas. Éramos nosotros mismos los que garantizábamos la limpieza de la escuela y sus pisos brillaban.  

En ella funcionaban decenas de círculos de interés: desde espeleología hasta astronomía, pasando por química o televisión. Cada círculo de interés poseía equipamiento para que los estudiantes pudieran aprender experimentando, Había coordinación con los diferentes centros, donde podían cocar con las instalaciones necesarias, si no se tenían en la misma escuela.. Los que estábamos interesados en periodismo teníamos nuestro propio periódico, el "Juventud de Acero", que escribíamos, editábamos y publicábamos nosotros mismos, una emisora de radio interna, con buen equipamiento. Los muchachos de vela tenían acceso a un velero para navegar en él y los de espeleología tenían el equipamiento necesario y salían en expedición a explorar cavernas. 

Existía un pequeño hospital bastante bien equipado, con médicos y enfermeras, al que además venían médicos especialistas a dar sus consultas, y teníamos una clínica dental.   

Al concluir cada mes había una evaluación personal, donde prevalecía la crítica y la autocrítica. Muchos éramos muy severos con nosotros mismos, alegando que siempre podíamos hacer más y hacerlo mejor. Nuestros padres eran citados y se les hacía partícipe de dicha evaluación, razón de más para que uno quisiera hacerlo todo bien, y lograr que nuestros padres estuvieran orgullosos de sus hijos.